Madre y hermano de Braian, abrazados - Foto Matias Subat |
Hoy declararon cinco
de los seis niños que iban en el auto con Braian Hernández cuando fue fusilado
por el oficial Claudio Salas. En sus testimonios, pudieron demostrar la
articulación entre las declaraciones de los policías que ocuparon el mismo
asiento estas dos primeras jornadas en la sala de audiencias, desbaratando la
estrategia de la defensa basada en la “necesidad” del homicida de “salvar su
propia vida o la de terceros”. También declararon tres miembros de la fuerza,
uno de ellos quien realizó el peritaje de la escena. Mañana se leerán los alegatos.
Sergio Francisco Aravena fue el primer testigo de esta
segunda jornada en el juicio por el asesinato policial de Braian Hernández. El
hombre fue uno de los policías que llegó al lugar tras el homicidio. Dijo que
al arribar “habían unos móviles rodeando el sector y personas tiradas. Me bajé
y vi una ambulancia que salía del lugar”. Luego contó que al bajarse, María
Estela Chandía (ver
declaración Audiencia 1) le sugirió que “el oficial Salas sabía del hecho,
que me podía dar más información”, entonces se acercó a él, que “estaba
En relación a los protocolos de actuación respecto al arma
reglamentaria, Aravena dijo que se deben tomar medidas de seguridad, “más en la
zona del oeste”, siguiendo en la línea de la estigmatización de las
declaraciones previas. Explicó que “la utilización del arma es algo muy
complejo y en nuestra profesión muy extremo”, añadiendo que “cada persona toma
la decisión de cómo usarla “si está en riesgo su vida o la de terceros”. Sin
embargo, sobre lo que testigos
policiales anteriores describieron como “disparo intimidatorio” dijo que “no
se puede aplicar” y que “para eso hay balas de goma”. Ya bajo el interrogatorio
de los defensores Gustavo Lucero y Nahuel Urra, el hombre dijo que en la jurisdicción
“suelen haber armas
Foto Matias Subat |
Debido a la situación de menores de edad de los testigos, la
sala fue desalojada al declarar los amigos de Braian Hernández que iban en el
mismo vehículo que él la noche en que el policía imputado lo fusiló. Sobre
esto, habló el abogado Federico Egea asegurando que “los chicos declararon que
no portaban ningún arma adentro del auto, que no había ninguna razón que
justificara el disparo de Salas, que lo hizo cuando el vehículo ya había
traspolado la posición del móvil, que venía con los vidrios polarizados, lleno,
que no había ningún elemento que pudiera hacer temer una posible agresión de
parte de ellos al personal policial” y explicó que “se dieron cuenta que era un
móvil estando bastante cerca, porque estaba con las luces apagadas, pasaron muy
despacio, traspolaron la línea del móvil y ahí sienten el disparo, aceleran y
salen más rápido”. El querellante
Jueces/a del Tribunal - Foto Matías Subat |
Tu gorra no, la mía sí - Foto Matías Subat |
Otro de los testigos que esa noche llevaban su uniforme
reglamentario fue Leandro Saez, quien conducía un móvil en otro procedimiento y
arribó al lugar posteriormente. Declaró no haberse bajado del auto y no
recordar nada más que el aviso de que un auto se daba a la fuga.
Ariel Bernandino Elizondo se desempeñaba en el área de seguridad
de la comisaría 18, trabajó en distintas oportunidades con Claudio Salas. Actualmente
es oficial de servicio y durante la noche del fusilamiento manejaba un móvil
policial. Definió a la jurisdicción como “muy compleja, en la que ya tuvimos
hechos de violencia y tenemos que estar preparados porque no sabemos que nos
vamos a encontrar”, en contradicción con lo declarado por Aravena cuando
sostuvo la ausencia de lesiones a uniformados en los últimos dos años. Acerca
de esto, aseguró que “en todos los medios sale que se producen hechos graves en
Foto Matías Subat |
Marcos Aurelio Bravo fue el último declarante de la jornada
y el encargado de realizar la primera pericia policial tras el asesinato pese a
no haber estado asignado a ese turno en criminalística ese día. Relató las
muestras que se tomaron en ese entonces y sobre el disparo aseguró que se
realizó a una distancia de cuatro metros o más, descartando la posibilidad de
que se desvíe más de dieciocho centímetros. “Fue un disparo exacto y había poca
opción de que hubiera un error de cálculo”, resumió la abogada querellante
Angélica Acosta.
Mañana se concretará la última audiencia en la Cámara
Criminal II ubicada en Irigoyen 177 de Neuquén por este caso. Brindarán sus
testimonios tres policías más y el conductor del auto en el que viajaban los
niños. Luego se leerán los alegatos de las partes.
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